lunes, 14 de septiembre de 2009

Reflexiones de José Cecilio del Valle

Después de la independencia, el destacado intelectual hondureño José Cecilio del Valle expuso en el periódico. El Amigo de la Patria sus reflexiones sobre este momento histórico, así como sus aspiraciones y temores ante los grandes desafíos del futuro. A juicio del prócer, aunque la conquista de la libertad abría enormes posibilidades, también conllevaba graves riesgos, pues el sistema de castas establecido durante la Colonia había abierto profundas divisiones entre indios, ladinos, criollos y españoles.

En efecto – explicó - durante trescientos años los indios habían vivido aislados en sus pueblos, bajo la estricta tutela de las autoridades españolas. Los ladinos o mestizos no podían pisar las universidades y colegios, ni unirse en las aulas con los jóvenes de raza blanca. Los criollos, o españoles nacidos en América, carecían de experiencia en el arte de gobernar, pues se les había excluido de los principales cargos públicos. Por otra parte, las políticas económicas, caracterizadas por la concesión de monopolios y privilegios a reducidos grupos de personas allegadas al poder colonial, habían creado profundos abismos entre ricos y pobres. Además, la imposición del tributo y de diversas formas de trabajo forzoso había generado hondos resentimientos entre las mayorías oprimidas. Por tanto, advertía del Valle:

“No nos ocultemos los riesgos de la posición en que estamos. Publiquemos la verdad para que su conocimiento nos haga más prudentes. Somos en el punto más peligroso de la carrera: nos hallamos en el período más crítico de los estados. Vamos a formar nuevas instituciones, a hacer nuevas leyes, a crearlo todo de nuevo.

¿Una población, dividida en tantas castas y diseminada en territorios tan vastos, llegará a unir sus votos sobre el Gobierno que debe constituirse? ¿Las clases que han gozado serán bastante justas para dividir sus goces con las demás? ¿Las que han sufrido serán bastante racionales para no excederse en sus peticiones? ¿La juventud, vana casi siempre y persuadida de saber más grande que el que tiene, respetará las luces de la experiencia juiciosa y previsora? ¿Los impostores de los pueblos olvidarán sus artes y sacrificarán a los del público sus intereses privados?"

¿Cuál era, a juicio de José Cecilio del Valle, la clave para conciliar tantos intereses opuestos?

Escuchemos de nuevo sus palabras:

"La Justicia es en caos tan grande el lazo único que puede ligar intereses tan contrarios; y Justicia en lo político es el mayor bien posible del mayor número posible. Es necesario preferir la forma de gobierno menos peligrosa en circunstancias tan críticas. Pero es necesario presentar un Plan que tienda al bien del máximo; es necesario formar una Constitución que haga felices a todas las clases; es necesario dictar leyes que lejos de dividir hagan una a la sociedad, leyes que no sacrifiquen los derechos de unos para distinguir o aumentar los derechos de otros; leyes que ofrezcan iguales premios a méritos iguales, y sólo tengan por mérito los servicios útiles al bien del máximo; leyes que castiguen con iguales penas a delitos de una especie, y solo tengan por delito la violación de los derechos del hombre; leyes que no sean el voto de una clase sino la expresión de la voluntad general de los pueblos pronunciada por sus representantes”


MI PATRIA, La Lejana





“Se puede abandonar a una patria dichosa y triunfante. Pero amenazada, destrozada y oprimida no se le deja nunca; se le salva o se muere por ella”
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(Maximiliano Robespierre, líder de la Revolución Francesa, 1758-1794)