lunes, 7 de julio de 2008

MANASSAS VIRGINIA


Una corte en el estado de Virginia aplazó la comparecencia del mexicano Gaudencio Fernández, por lo que la batalla legal en torno a su polémico mural sobre el trato a los inmigrantes se prolongará hasta septiembre.

El aplazamiento de la comparecencia de Fernández, prevista para este martes, fue en respuesta a la moción presentada ante la corte municipal de distrito de Manassas por el abogado defensor del mexicano.



"Nosotros pedimos el cambio. Yo necesito más tiempo para llevar un mejor caso, para prepararme mejor contra estas acusaciones criminales que ellos (la municipalidad) me están imputando" dijo el mexicano de 47 años.

Fernández dijo que planea hacer una defensa vigorosa de su derecho a mantener el mural que levantó en su propiedad, así como de las acusaciones de que el terreno donde este se encuentra está convertido en un basurero.

"Eso es falso, nuestra propiedad siempre se ha mantenido limpia", dijo Fernández en entrevista.

Aunque la comparecencia de Fernández obedece a razones administrativas, la enorme pared de 12 metros de largo y 3.5 metros de altura se ha convertido en el nuevo símbolo de la lucha entre las autoridades locales y grupos defensores de los inmigrantes.

Fernández dijo que su caso cobró mayor prominencia, porque las muestras de apoyo a su causa han crecido pero también el malestar de sus detractores.

La barda, conocida como "El Muro de la Libertad" por estar ubicada en el 9050 de la calle Liberty, se ha convertido en una molesta e incómoda presencia para la mayoría de la población blanca de esa comunidad, ubicada a unos 60 kilómetros al sur de esta capital.

Fernández plasma en su mural sus sentimientos respecto al trato que dan a los inmigrantes y acusa que tanto el Condado (municipio) de Prince Williams como la ciudad de Manassas, se han convertido en la "capital nacional de la intolerancia".

Además de aludir "el exterminio de millones de americanos nativos a manos de los inmigrantes europeos y los pobladores blancos que les precedieron", Fernández compara las acciones implementadas contra la inmigración ilegal con las del Ku Klux Klan.

En particular alude una provisión bajo la cual la policía local puede cuestionar a las personas que detiene sobre su situación migratoria, algo que ha sido replicado en otras comunidades del Estado y a través del país.

La comparecencia de Fernández obedece a la orden girada por la ciudad, quien le exige contar con un permiso de construcción para levantar la barda, la cual ha sido ya blanco de actos de vandalismo e incluso un atentado con explosivos.

Fernández externó sus temores de que la barda pueda ser blanco de nuevos ataques, al recordar que meses atrás una tercera parte de la cubierta sobre la cual está pintado su mensaje fue arrancada utilizando equipo pesado.

"Desgraciadamente no podemos tener una vigilancia permanente y ese riesgo existe", dijo Fernández.